Si en vacaciones se viaja fuera del país de origen, hay que fijarse en los precios. Tanto las llamadas efectuadas como las recibidas tienen un coste que conviene conocer para evitar o, al menos, buscar alternativas que abaraten el gasto.
Las tarifas que las operadoras imponen cuando se llama o se reciben llamadas desde el extranjero -itinerancia o roaming- aconsejan que el teléfono móvil esté lo más inactivo posible durante la estancia fuera del país de origen. Lo mismo ocurre en el acceso a la red de datos en el extranjero, cuyo precio provoca que cada consulta pueda superar el euro.
Tarifas “anti-turista”
En estos casos, resulta más económico realizar búsquedas en una guía clásica de papel que en el móvil, a pesar de que los desarrollos de mapas, navegación GPS y servicios de recomendación de locales y lugares turísticos hayan tenido un gran impulso en los últimos tiempos. Las tasas que se imponen en itinerancia a las consultas on line vía redes 3G y 3,5G hacen que todos los servicios sean “intocables” si no se quiere pagar una factura elevada a final de mes.
Mientras que una tarifa plana de red de datos puede costar en España de 12 a 18 euros al mes con límites de 200 megabytes, cuando se está en roaming el precio pasa a ser, con los principales operadores, de hasta un euro por cada megabyte consumido, con el añadido de que no se puede contratar el consumo por euros, sino que se ofrece en distintos paquetes diarios.
En el entorno de la Unión Europea, se pagan seis euros al día por el consumo de 15 megabytes, en el caso de la tarifa más asequible de Vodafone, y diez euros al día por 10 megabytes, si se contrata la tarifa de Orange o Movistar, los más caros. Los megabytes se facturan en paquetes que varían entre 10 y 100 kilobytes (la décima parte de un kilobyte) y no son acumulativos, de modo que si no se consumen en un día, al día siguiente se paga la misma tasa desde cero.
Por contra, si el usuario supera el límite de consumo establecido, se le cobra de nuevo otra tasa diaria hasta que la sobrepase de nuevo.
Pero no sólo en el acceso a los datos es elevado. El mero hecho de recibir una llamada puede suponer la activación del servicio de roaming y el cobro de un euro diario. Incluso, por tener el móvil activo y localizable en el extranjero, se paga un euro cada día con Orange. Con Movistar esto sucede sólo cuando se haga o se reciba una llamada o se envíe un SMS. En las condiciones de uso no se especifica si “recibir” significa contestar o no la llamada, por lo que es preferible tener apagado el móvil.
No ocurre así con Vodafone, que gracias a su tarifa passport tiene ofertas más asequibles, aunque se paga más de un euro (IVA incluido) por el establecimiento de cada llamada que se hace (el coste por minuto es el nacional) y 1,15 euros por cada veinte minutos de conversación en las llamadas recibidas.
RECOMENDACIONES AL USAR EL MÓVIL
– La primera recomendación es tener apagado el móvil cuando se está de vacaciones.
– Si no se puede evitar su uso, hay que estudiar las diferentes ofertas de la operadora del usuario antes de salir de viaje. Es posible encontrar algún plan de voz o datos que satisfaga sus necesidades y que se pueda contratar por anticipado, con el fin de evitar otros que se ofrecen por defecto y que en generalson más caros.
– Al llegar al destino vacacional, la operadora predominante de la zona, o con la que tenga acuerdos la empresa del usuario, enviará un mensaje para activar el modo roaming. Hay que informarse de las tarifas antes de hacerlo.
– No usar nunca el acceso a la red de datos y, si se puede, desactivarlo cuando se está en el extranjero. Los principales móviles del mercado tienen la opción de desactivar la itinerancia de datos.
Desactivar los servicios de correo automático si se usa un dispositivo Blackberry desde el menú de configuración. También los de correo “push” en el iPhone. Estos correos automatizados activan la itinerancia y suponen costes no deseados ni requeridos. De este modo, se previene al usuario contra gastos imprevistos.
– Elegir apartamentos, hoteles y albergues con áreas wifi gratuitas. En el hotel o en el apartamento se puede dedicar un rato al principio o al final del día a estas tareas y, el resto del tiempo, se puede tener el móvil apagado
– Ponerse de acuerdo con la familia y las amistades para que no se hagan llamadas, salvo emergencias, durante la estancia en el extranjero. Si se recibe alguna llamada no esperada, conviene no contestar y acudir a una red wifi para ponerse en contacto con la persona en cuestión vía correo electrónico o por servicios de VoIP para móvil.
Last modified: 14 de diciembre de 2020