Las cadenas para la nieve son un sistema que se coloca en las ruedas, para que no patinen cuando hay nieve o hielo en la carretera. Pueden no ser cadenas propiamente dichas. Hay sistemas que van desde una pieza de plástico a un funda de tela. Su uso limita la velocidad a 50 km/h.
Colocación
Según la motricidad del vehículo:
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- Tracción delantera: Siempre y cuando el grosor de la nieve no supere 1,5 cm, en las ruedas delanteras (si excede el grosor, obligatorio en las 4 ruedas). La mayoría de coches actuales son de tracción delantera.
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- Propulsión trasera: Siempre y cuando el grosor de la nieve no supere 1 cm solo en las ruedas traseras (si excede el grosor, obligatorio en las 4 ruedas). Los coches antiguos, de altas prestaciones y vehículos de carga suelen ser de propulsión trasera.
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- Tracción a las cuatro ruedas: Por ley es obligatorio el uso de las cuatro cadenas en este tipo de vehículos, en caso de avería de una de las cuatro se suelen colocar dos detrás, pero es posible hacerlo delante para mejorar en dirección y frenada, aunque en ningún caso se circulara con tres.
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- Sea cual sea el tipo de automóvil, es conveniente equipar cadenas en las cuatro ruedas; excepto si el fabricante indica lo contrario, como es el caso de vehículos deportivos de propulsión trasera y gran cilindrada.
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- También hay que tener en cuenta que las cadenas están diseñadas para un tamaño específico de rueda. Por lo que hay que mirar en las instrucciones de éstas con el fin de ver el tamaño de ruedas para las que están diseñadas.
Funcionamiento
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- Es muy sencillo comprender el funcionamiento de las cadenas.
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- En el caso de hielo, al pisarlo la cadena, se rompe. Se libera así una porción de asfalto húmedo, que aunque sigue siendo deslizante, ofrece mayor agarre al neumático.
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- En el caso de nieve, la cadena se interpone al neumático y al asfalto y actúa como una escalera al colocar más fricción, debido al acero en contacto con el pavimento.
Posibles fallos y roturas
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- Conducción demasiado rápida. Las cadenas no soportan circular a más de 50 km/h.
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- Conducción sobre asfalto seco. Las cadenas se deterioran rápidamente sobre superficies inadecuadas.
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- Ajuste poco firme. Se deben reajustar los tensores de las cadenas a unos pocos metros de haberlas colocado, moviendo el coche despacio. Se podrían enrollar en el eje de transmisión causando una costosa avería.
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- Tensores necesarios o innecesarios. La mayoría de cadenas necesitan tensores, si no se usan se descolocan. Las que no los necesitan, si se ponen, pueden resultar gravemente dañadas.
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- Desgaste natural. Algunas fuentes citan que su duración se reduce a unos 500 km.
Cuidados tras su uso
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- Con las cadenas clásicas, hay que procurar limpiarlas posteriormente a su uso lo antes posible, con agua caliente. Después, empaquetarlas bien en su caja en un lugar seco y accesible en el maletero del vehículo.
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- Alternativas
- Existe en el mercado alternativas a las tradicionales cadenas. Las más conocidas son las fundas de tela. Legalmente sustituyen a las cadenas, pero han de retirarse inmediatamente después de desaparecer la nieve. También existe un dispositivo en forma de araña, que se sujeta al tornillo de la llanta y que se abraza al neumático. Se colocan en pocos segundos y su eficacia es muy buena. Rondan los 400 €. También hay algunas que sustituyen la cadena por un cable de acero; su funcionamiento es idéntico. Finalmente existe también unos aerosoles antideslizantes por unos 5 €. Los mismos fabricantes advierten que son sólo para salir de un apuro puntual.
Last modified: 13 de diciembre de 2020