estoy segura Juan, que la fachada de una de ellas te encantaría, porque parece que
está en relieve, pero no, es trampantojo.
-
Vaya… eso sí que me gustaría verlo -. Admite Juan.
-
Pero entonces, ¿qué es lo que a ti más te gusta de allí?
¡Pam! Pregunta clave. Esa sí que no me la esperaba. ¿Y ahora qué? Definitivamente
no me gusta el clima, un
poquico
más de lluvia estaría fenomenal. Tampoco me gusta
como hablo, es decir, no es que a mí me moleste, pero a la hora de hablar en público,
sobre todo aquí, cuando se me escapa un
Mª de lah Mercedeh
, pues hombre, me miran
un poco raro.
A alguien se le fue la pinza edificando, puso al lado el
edificio agua
del
edificio aceite
y
nadie se lo impidió. Hay quizá alguna obra de arte que sobra. Es cierto que me gusta la
libertad, pero hasta un punto, hay individuos que remodelan el paisaje urbano a su antojo,
decidiendo qué árboles sobran… No sé si llevo cinco minutos pensando…
-
¡La gente! -. Salto al fin.
-
¿La gente?
-
¡Sí! Lo mejor de Caudete son los mismos caudetanos. Caudete es gente. Caudete
es música. Caudete es todo aquello en lo que los caudetanos lo quieren convertir.
-
¿Música?
-
¡Música! Otra cosa no, ni lluvia ni castillo, pero sí que hay música. A Caudete se le
salen los músicos por las costuras, y además con talento, porque hay músicos
caudetanos desde Nueva York hasta Finlandia. Las bandas de música son incansables
durante el año porque sí, tocan en las fiestas locales y disfrutan, pero también disfrutan
las fiestas de los pueblos de alrededor, incluso de aquí, Alicante. Yo tocaba en una banda
antes de venir aquí, de hecho aún sigo, pero soy miembro fantasma hasta que termine de
estudiar.
La verdad es que el tema de la música les ha gustado bastante.
-
¿En serio tocabas? – Me pregunta Eli, muy interesada.
-
Sí, el trombón de varas.
-
¡Vaya! Pero eso es muy grande… -. Eli es de las que piensan que a las chicas lo
que no pese, y ¡ala!
-
Pues ya lo sé yo, pero es que los trombones siempre somos un poco brutos. Si es
que cada instrumento…
-
¿Qué música?
-
¡Buah! De todo. Los pasodobles durante todo el año y casi para todo. Algunos se
cantan, otros no, pero son casi la canción de fiestas por excelencia. Están las marchas
moras… Y bueno Juan, si nos vamos a Semana Santa, tú sí que conocerás marchas de
procesión.
-
¡Claro! La
Madrugá
de Sevilla.
-
La verdad es que en Caudete hay cantidad de mundos distintos en los que te
puedes sumergir. El de los distintos deportes, la música, las fiestas… y uno no quita a
otro.
-
Pero, ¿leéis? – Me dice Iñaki.