CATEGORÍA D
Primer Premio Narrativa
Título: La chica de la ventana
Autor: Karla Flores Tenada
Por la ventana del coche Alex veía como la carretera se movía poco a poco dejando atrás
su vida, sus amigos y su colegio; ahora tendría que acostumbrarse a un idioma nuevo.
Había pasado ya mucho tiempo del viaje y sentía como estaba apunto de tirar la pota:
-¿Falta mucho mamá?
- No te preocupes ya estamos llegando a Marsellan- dijo la madre frotando la barriga de
Alex.
Al cabo de unos minutos llegaron a la cuidad de Francia, aparcaron enfrente de un
edificio donde les esperaba una mujer más o menos cuarentona:
-Buenos días, ¿ cómo les ha ido el viaje?- dijo con una sonrisa muy grande, pero a simple
vista se sabía que estaba forzada.
-Pues no muy bien, sabe que es estar varias horas sentado en un coche con la sensación
de vomitar.
-¡Alex! Tienes trece años, se educado. ¿Usted es la dueña del piso que vamos a
comprar ?
- Sí, mi nombre es Sephora.
Después de la charla subieron al edificio con sus cosas hasta llegar al piso. El edificio no
estaba mal, era muy lujoso y grande con unas escaleras inmensas, por suerte tenia
ascensor.
- Es este -. Dijo la mujer señalando la puerta -. Es muy acogedor, mi madre vivía aquí
antes de que muriera.
-¡Muriera! ¿Me esta diciendo de que puede que esté su alma caminando por aquí? -. Dijo
casi gritando mientras que su madre le agarraba de su capucha sabiendo que tenia
intención de salir pitando de ahí.
- ¡Alex!, perdone pero es que es muy… como decirlo, mmm, mejor sigamos viendo el
piso.
Al entrar estaba todo ordenado, Alex fue a ver un poco más las habitaciones mientras su
madre hablaba con Sephora. Había una habitación que le parecía perfecta para él. Dejó
sus cosas en la cama y miró por la ventana que había. Se dio cuenta de que había un
patio con cocheras detrás del edificio y justo enfrente, pero no tan lejos otro edificio, pero
diferente al que donde él estaba:
-Está más vieja que Sephora.
-Sera mejor que no te estires mucho por la ventana que te vas a caer-. Estaba tan atento
con el edificio que no se dio cuenta de la presencia de Sephora y su madre.
Al caer la noche estuvieron poniendo las cosas en su lugar.
-A comer- grito la madre desde la cocina.- me ha llamado tu padre, dice que mañana
puede que venga.
-Pues me parece bien.
-¿Qué te pasa? Ya se que es un gran cambio y que has tenido que dejar a tus amigos
atrás, pero es por nuestro bien.
-No sí lo sé, pero estoy muy nervioso por empezar el instituto dentro de dos días -. Dijo
con un tono desanimado mientras removía la sopa con la cuchara.
Luego se fueron a dormir cada uno a su habitación. Alex se puso a leer uno de sus cómic
favoritos de „‟Star wars: la sombra del imperio‟‟.
Varias horas después, se quedó dormido hasta que fue sobresaltado por una canto de
una niña, era precioso y fue acercándose hasta la ventana para buscar de donde venía.
En aquel edificio que Alex había comparado con la señora Sephora había una niña