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CATEGORÍA D

Mención Especial Narrativa

Título: Un sueño real

Autor: Francisco Javier López Villanueva

Los dos niños iban caminando por su ciudad. De repente, Dani frenó en seco y empezó a

observar su entorno, había una nieblecilla casi imperceptible que se elevaba mucho más

allá de sus ojos. Dani tocó el brazo de Alba para que dejase de andar.

-Esto…Esto no es nuestro barrio, ¿dónde estamos?- dijo preocupado Dani.

-Pues claro que no es nuestro barrio, estamos caminando al instituto, justo estamos

pasando la casa de mi tía, esa mujer que bebía lejía, ¿ya te lo conté no?- respondió

inocentemente Alba.

-¡Oh no! Tenemos que ir a la mansión de los Pondero, hoy tengo que ganar el concurso

de poesía y nada me lo va a impedir- dijo firmemente Dani.

-¿Y ese muro que acaba de crecer delante de nosotros puede impedírtelo?-preguntó Alba

jugueteando.

Entonces Dani contempló el muro, era tan alto como una jirafa y tan ancho como una

autovía. Dani no podía creer lo que veían sus ojos. Pero entonces alguien le llamó desde

detrás, provocando que se olvidase completamente del muro. Era Josh, el amigo de Dani.

-¿Qué haceis parados frente a ese muro?-preguntó Josh- Ese muro lleva hay toda la vida

y si lo miráis más se va a derribar.

Dani se sorprendió, su amigo siempre se fijaba en los detalles y ahora acababa de

decirles que ese muro siempre había estado ahí. Entonces agarró del brazo a Alba y

empezó a correr tirando de ella. Dani estaba preocupado por ese extraño suceso y quería

volver a su casa para ver si todo seguía bien. Entonces, Alba frenó en seco y miró a Dani

pidiéndole explicaciones. Pero antes de que Dani dijese nada, ésta se dio la vuelta y se

dirigió a un escaparate donde había varias muñecas de una marca muy cara. A Dani se le

salían los ojos de las órbitas, pues este había observado que esa tienda de juguetes

nunca había estado allí. Pero todos estos pensamientos desaparecieron cuando vio a

Sally Pondero y su hermano Felipe Pondero, estos hermanos vivían en la mansión

Pondero donde había más de cien sirvientes y todo tipo de tecnología cómoda y moderna.

Dani se sonrojó, este siempre había estado enamorado de Sally pero él sabía que Sally

era un sueño imposible. Entonces Sally vio a Dani y se paró delante.

-Dani, ¿me harías el favor de acompañarme hasta mi casa? He pasado la noche en casa

de mi tía y mi hermano tiene que comprar unas cosas- dijo Sally con su melosa voz.

Dani asintió. Entonces Alba se dio la vuelta y se quedó asombrada. Al principio no creía

en lo que Dani había dicho pero cuando vio a Sally pidiendo apoyo a alguien y

olvidándose de su hermano, eso sí que era raro. Alba corrió hacia su casa y entró, todo

estaba oscuro y su madre estaba cocinando tarta de manzana. Su madre la miró y sonrió.

-¿Qué tal te ha ido el concurso de poesía?-preguntó.

Alba miró su reloj que marcaba las nueve y diez. Ya era demasiado raro todo, su madre

cocinando un pastel y ni siquiera se había dado cuenta que apenas había pasado menos

de dos horas desde que Alba se había ido. Entonces Alba tocó algo en su bolsillo y lo

sacó. Era un frasco con tres gotas de un líquido que nunca había visto. En el frasco ponía

“Un poco de realidad ayudará a tus sueños volar”. ¿Qué significaba todo eso? Alba debía

encontrar a Dani, a él le encantaban los acertijos. Alba corrió por toda la calle como nunca

había corrido en clase de Educación Física. Entonces vio a Dani bajar por la calle