Ah, el hombre sedentario
¡Qué feliz en su ignorancia!
Típico de nuestros días
donde reina la arrogancia
No sabe que la vida en sí
ya es motivo de alegría
y se empeña en buscar descanso
en las cosas más baldías.
Por eso yo os invito
a ser cerillas encendidas
en un mundo donde en la oscuridad
se encuentra la “armonía”.
Seamos libres, entonces,
de pensar por nuestra cuenta
el futuro de los hombres
a nosotros se encomienda.
Que cuando levantes la vista
de este papel pautado
sea para ver la vida
si no de otra forma, desde otro lado.